La toma de decisiones en las empresas
La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las
disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial (aun
cuando no se evidencie un conflicto latente).
Para la toma de decisiones se lleva a cabo los siguientes
procesos:
- Identificar y analizar el problema
- Identificar los criterios de decisión y ponderarlos
- Definir la prioridad para atender el problema
- Generar las opciones de solución
- Evaluar las opciones
- Elección de la mejor opción
- Aplicación de la decisión
- Evaluación de los resultados
- Procesos cognitivos implicados en la toma de decisiones
La intuición nos permite una aprehensión de la
verdad en forma inmediata y precisa, obteniendo conclusiones ciertas basadas en
información limitada.
Con frecuencia, los seres humanos tienen pequeños indicios sensorios, por debajo de la línea de la conciencia, que producen pequeñas variaciones. Se percibe algo no claro, que aún no se sabe lo que es, y que hace dudar y deja a las personas en un estado de incertidumbre. Se duda sin saber por qué se duda.
Con frecuencia, los seres humanos tienen pequeños indicios sensorios, por debajo de la línea de la conciencia, que producen pequeñas variaciones. Se percibe algo no claro, que aún no se sabe lo que es, y que hace dudar y deja a las personas en un estado de incertidumbre. Se duda sin saber por qué se duda.
El ejecutivo
habitualmente enfrenta problemas que no están claramente definidos, sin un
algoritmo conocido, sin causas únicas e identificables, ni la posibilidad de
abordarlos siguiendo un camino lógico. Y, para empeorar las cosas, deben ser
resueltos en tiempos breves.
Así, es prácticamente inevitable que la intuición forme parte de las decisiones. Pero lo que se necesita es mejor intuición. Es decir, tornarla digna de confianza. De esta forma, la intuición llevará al administrador en la dirección correcta, hacia la información significativa y ayudará a evaluar conclusiones que se han deducido lógicamente.
Así, es prácticamente inevitable que la intuición forme parte de las decisiones. Pero lo que se necesita es mejor intuición. Es decir, tornarla digna de confianza. De esta forma, la intuición llevará al administrador en la dirección correcta, hacia la información significativa y ayudará a evaluar conclusiones que se han deducido lógicamente.
Actualmente existen cuatro tipos de decisiones:
Ø Decisiones programadas: Se toman de acuerdo con la políticas, normas o procedimientos escritos o no
escrito de la institución facilitando así la toma de decisiones en situaciones
que limitan o excluyen alternativas.
Ø Decisiones no
programadas: Abordan problemas pocos frecuentes o excepcionales.
Ø Decisiones individuales
Ø Las decisiones en grupo ayudan satisfacer las necesidades individuales, tales como la sensación de
sentirse necesitado, de ser importante, de estar “en el ajo”, enterado.
Al hablar de ejecutivos, llamamos a la modalidad pública "estilo de liderazgo" y a la modalidad privada "estilo de pensamiento". Resulta que las personas no necesariamente lideran de la misma forma en que piensan. El proceso de toma de decisiones es distinto frente a una multitud que frente al espejo. Esta distinción vale para todos los aspectos de la torna de decisiones, ya sea que la persona esté recopilando información, evaluando o presentando alternativas, o haciendo una elección final.
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