jueves, 18 de diciembre de 2014

La toma de decisiones en las empresas


La toma de decisiones en las empresas

La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial (aun cuando no se evidencie un conflicto latente).
Para la toma de decisiones se lleva a cabo los siguientes procesos:
La intuición nos permite una aprehensión de la verdad en forma inmediata y precisa, obteniendo conclusiones ciertas basadas en información limitada.

Con frecuencia, los seres humanos tienen pequeños indicios sensorios, por debajo de la línea de la conciencia, que producen pequeñas variaciones. Se percibe algo no claro, que aún no se sabe lo que es, y que hace dudar y deja a las personas en un estado de incertidumbre. Se duda sin saber por qué se duda.

El ejecutivo habitualmente enfrenta problemas que no están claramente definidos, sin un algoritmo conocido, sin causas únicas e identificables, ni la posibilidad de abordarlos siguiendo un camino lógico. Y, para empeorar las cosas, deben ser resueltos en tiempos breves.

Así, es prácticamente inevitable que la intuición forme parte de las decisiones. Pero lo que se necesita es mejor intuición. Es decir, tornarla digna de confianza. De esta forma, la intuición llevará al administrador en la dirección correcta, hacia la información significativa y ayudará a evaluar conclusiones que se han deducido lógicamente.

Actualmente existen cuatro tipos de decisiones:
Ø  Decisiones programadas: Se toman de acuerdo con la políticas, normas o procedimientos escritos o no escrito de la institución facilitando así la toma de decisiones en situaciones que limitan o excluyen alternativas.
Ø  Decisiones no programadas: Abordan problemas pocos frecuentes o excepcionales.
Ø  Decisiones individuales
Ø  Las decisiones en grupo ayudan satisfacer las necesidades individuales, tales como la sensación de sentirse necesitado, de ser importante, de estar “en el ajo”, enterado.

Al hablar de ejecutivos, llamamos a la modalidad pública "estilo de liderazgo" y a la modalidad privada "estilo de pensamiento". Resulta que las personas no necesariamente lideran de la misma forma en que piensan. El proceso de toma de decisiones es distinto frente a una multitud que frente al espejo. Esta distinción vale para todos los aspectos de la torna de decisiones, ya sea que la persona esté recopilando información, evaluando o presentando alternativas, o haciendo una elección final.

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